Aquí vivió Bartolomé Mitre junto a su esposa, Delfina Vedia, y sus seis hijos entre 1859 y 1906. Esta es la primera residencia presidencial de nuestro país y una de los pocos edificios de origen colonial que se conservan en la Ciudad de Buenos Aires.
La estructura básica de la misma es una construcción de fines del siglo XVIII que sufrió diversas refacciones y amplicaciones a través de los años. Las más importantes fueron las de 1882, 1883 y 1902. En la primera se construyó la Biblioteca Americana que fue diseñada por su hijo, el ingeniero Emilio Mitre y en la cual Bartolomé Mitre pudo reunir todo su material bibliográfico y documental contando con un recinto adecuado a tales fines.
La ampliación de 1902 tuvo como fin la construcción de dos departamentos destinados uno al General Mitre (dormitorio, baño y escritorio en planta alta) y el otro para el matrimonio Emilio Mitre-Angeolina Astengo.
En la construcción de esta época se puede observar la influencia del art-noveau. A través de los años esta casa fue también sede del diario "La Nación", de la Junta de Historia y Numismática Americana, de las Academias nacionales de Historia y Geografía, y el espacio donde funcionó la primera residencia presidencial de nuestro país.
Hoy es un museo histórico ambientado tal como fue decorado por la familia Mitre en la segunda mital del siglo XIX, con mobiliario y piezas originales. Cuenta además con dos salas de exposición y salón de actos en el cual se realizan diversas actividades, como cursos, simposios, conferencias, conciertos y otras, y una sala de lectura para la investigación en su importante biblioteca y archivo histórico.
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Vista del primer patio desde la sala Escritorio. La escultura de Bartolomé Mitre fue realizada por Lucio Correa Morales en 1908. Desde este patio se puede acceder a las salas Biográfica y de Recepción, actualmente cerradas por tareas de restauración.
Sala Escritorio. Este espacio comunica los dos patios y fue escenario de encuentros que Bartolomé Mitre mantuvo con Domingo Sarmiento, Julio A. Roca y Carlos Tejedor.
Segundo patio. Típicamente colonial, con sus ventanas con rejas, aljibe y el piso de piedra de la época. Gregorio Lezama regaló a la casa estas dos estatuas y los seis jarrones de jardín, iguales a los que se encuentran hoy en el Parque Lezama.
Segundo patio, desde otra perspectiva. Típicamente colonial, con sus ventanas con rejas, aljibe y el piso de piedra de la época.
Sala Billar, pasatiempos favorito de Bartolomé Mitre. Está decorada con un juego de sala japonés, de madera y esterilla, y una biblioteca en forma de pagoda.
Sala Bartolito. Aquí Mitre fundó, en 1893, la Junta de Historia y Numismática Americana, que posteriormente tomó el nombre de Academia Nacional de la Historia. Actualmente recrea un dormitorio con mobiliario donado por Bartolomé Mitre y Vedia.
Sala Comedor. En este ambiente funcionó la primera redacción del diario La Nación, fundado por Mitre en enero de 1870. En 1885 se armó este comedor, con muebles encargados a medida.
Sala Moores de exhibiciones temporarias. Debe su nombre a la colección de libros donada por el coleccionista Guillermo Moores.
Sala Dormitorio. Aquí Bartolomé Mitre pasó sus últimos años de vida y falleció, en 1906.
Baño. El juego está formado por una bañera de hierro enlozado, lavabo en mármol blanco, botiquín, espejos biselados, y luminarias en bronce francés.
Escritorio íntimo. Funcionó como despacho privado de Bartolomé Mitre durante los últimos años de su vida.
Biblioteca Americana. Organizada en 1883 por Bartolomé Mitre, es uno de los conjuntos más valiosos con que cuenta el museo. En el centro del salón se encuentra el escritorio que Mitre usó durante su presidencia y sobre el cual fueron velados sus restos.
Auditorio. Funciona para actos culturales y conferencias, y ocupa la antigua zona de servicio de la casa. Está presidido por un retrato de Mitre, pintado por Raimundo Madrazo en 1901.